domingo, 1 de abril de 2012

VOLVER A LAS RAICES

Hace ya un tiempo, nuestro querido padre Benjamín Pelayo, ex asesor de EPJ Villavicencio, en conversación con algunos de los emprosaurios nos exponía una idea aplñicable a todo, incluido nuestros queridos Encuentros de Promoción Juvenil.

lo resumía en una frase "volver a las raíces". no se trata de mirar qué estamos haciendo mal, ni de evaluarnos, ni de compararnos. No, de ninguna manera.

Se trata ante todo de retomar nuestro Manual, heredado del P. Pujadas. Partir de la definición que El hace de los Encuentros EPJ es un movimiento de jóvenes para jóvenes. No hay manera de aprender a nadar, sino lanzándonos a la piscina. no nos podemos quedar viendo desde la orilla cómo es que los otros nadan, y pretender como espectadores que con eso vamos a nadar bien, y en el caso contrario, pretender los que están nadando, que con verlos otros aprenderán.

El mismo Padre Pujadas me decía personalmente en el Quinto EPJ Internacional en Lima 84, Nada que un muchacho esté en capacidad de hacer, lo debe hacer un adulto. Sin esta condición básica, la promoción juvenil es una mentira dentro del Movimiento.

En nuestro afán de ponernos actuales, pretendemos olvidar las mínimas normas de vida de testimonio en compañía de Jesús, que ha llegado a límites de antitestimonio ilógicos, maquillados como ejemplos a seguir, porque a pesar de un error, no se comete otro mayor.

Es hora pues de volver a las raíces. Centroguías no es un club, es un centro de formación de líderes a la luz de Cristo. El adulto no es un profesor y los muchachos sus seguidores, los muchachos son guías y como tal deben estar a la altura que el compromiso Cristiano nos exige.. Finalmente, el Asesor espiritual no es el jefe de Encuentros pero tampoco un muchacho más. Es el pastor pendiente de su rebaño, que se respeta a si mismo, respeta a los muchachos y éstos a su vez le respetan.

Algo muy importante que debería retomarse. Centroguías debería estar integrado por los líderes de los Grupos juveniles Cristianos de las diferentes parroquias, otrora semillero de emproistas y medio de integración con las parroquias, comunidades y Párrocos.

Finalmente, todos, muchachos, adultos y sacerdotes, han de tener clara la vocación de servicio que se requiere para que el mensaje de Cristo resucitado llegue a más jóvenes.